lunes, agosto 21, 2006

EL (DES) ORDEN

En su libro “Las Venas Abiertas de América Latina”, Eduardo Galeano, describe los procesos de despojo y explotación que han afectado a los sectores populares de nuestro continente, sean estos obreros, campesinos o pueblos originarios. Muchos de estos procesos han sido encabezados por grupos oligárquicos y también por caudillos vestidos de ropaje populista.

En su libro “La Razón Populista”, Ernesto Laclau sostiene que el populismo tiene por finalidad hacerse cargo de los temas que los grupos oligárquicos no desean incorporar a la agenda pública, pues su incorporación implica una alteración del orden político establecido. Del mismo modo existe un tipo de populismo cuyo propósito no es alterar el orden político, sino participar de este, argumentando la defensa de supuestos intereses colectivos o demandas populares.

La crisis actual del municipio de Iquique no puede ser vista sólo como una presunta estafa al Estado de Chile, al posible enjuiciamiento al Alcalde Jorge Soria, la disputa a dos bandas de los concejales de la ciudad, o la usurpación del cargo de Alcalde por parte del hijo menor del Alcalde, amparado en la interpretación de la Ley de un abogado, sin entender que estos dictámenes son de competencia exclusiva de la institucionalidad jurídica del país.

La crisis del municipio implica a su vez una crisis del orden político de Iquique, cuya columna vertebral esta constituido por el Alcalde Jorge Soria y lo que hoy muchos llaman, simplemente, Sorismo.

Lo años 60 caracterizan a nuestra ciudad en una profunda crisis económica de larga data, profundizada por los cierres continuos de oficinas salitreros, generando migraciones a nuestro puerto. Un grupo de jóvenes de esos años plantean la creación de los Almacenes Francos y la construcción de dos conexiones viales estratégicas, el camino Iquique – Tocopilla e Iquique- Oruro. Entre los integrantes de este grupo podemos mencionar a Mario Rossi, Oscar Varela, Ramón Pérez Opazo (ex Diputado de la República) y Jorge Soria, entre otros. Todos ellos identificados con las ideas socialistas, prueba de ello es que algunos tuvieron que salir al exilio después del golpe del año 73.

En este contexto de depresión surge el liderazgo de Jorge Soria Quiroga, capaz de construir un sueño colectivo que define un horizonte de desarrollo y que a su vez define al enemigo de este ideario: el centralismo, expresado físicamente en la capital del país.

La tribuna para la construcción de este ideario es el municipio de Iquique. Desde aquí se propiciarán las tomas de terreno. En estos loteos, serán los propios pobladores quienes definirán los metros cuadrados de sus viviendas y serán ellos, después de sus jornadas laborales, los que abrirán la tierra agreste para que pase el agua y el alcantarillado. Las viviendas que hoy observamos en la Ex Población Aeropuerto, la Caupolican, la Ohiggins, la Nueva Victoria, por nombrar algunas, son el resultado del esfuerzo de sus propios pobladores, pero aquí surge el primer mito. Hasta hoy esas familias, de tres generaciones sostienen que tienen esas viviendas gracias al Alcalde Soria, por el sólo hecho de brindar apoyo con camiones municipales, para el movimiento de tierra. Este proceso de tomas de terreno, producto de las migraciones rurales a la ciudad, fue un fenómeno en todo América Latina y Chile no fue la excepción. Basta revisar las actas municipales de esos años, para ver los acuerdos de los concejos de esos años, donde por unanimidad, este cuerpo colegiado acuerda apoyar una determinada toma de terreno, estos acuerdos significan solicitar a la compañía de alumbrado la colación de luz pública y a obras sanitarias, la colocación de red de agua potable y alcantarillado. Todos estos acuerdos eran esperados con ansias por los pobladores, quienes celebraban alborozados, los acuerdos de estos consejos municipales. En todos estos pactos son evidente los acuerdos políticos de los regidores de esos años y basta observar el origen de las propuesta para beneficiar a una determinada toma, para saber que partido político esta detrás de esa iniciativa. Este hecho explica porque algunas poblaciones marcan una determinada tendencia política hasta nuestros días.

El golpe del año 73 sorprende a Jorge Soria, alejado de la Unidad Popular, y militante de la USOPO, y muchos sostienen que eso le salvo su vida en Pisagua.

El verdadero poder de Sorismo se construye como tal en los años 90, sobre la base de lo que había construido en las décadas anteriores. El discurso básico de sueños posible se acrecientan, ya no es sólo Oruro, ahora el horizonte se llama China y sus alrededores. En los escenarios futuristas, que él construye, todos serán protagonistas. Los enemigos siguen siendo los mismo, el centralismo y ahora se agregan sus representantes en la región. El axioma que se usa es fácil, todos, sin excepción, deben apoyar sus ideas, quienes simplemente no las aceptan están contra el Alcalde. De este axioma se deduce una segunda verdad: estar contra el Alcalde es estar contra los intereses de la ciudad, se construye un segundo mito, el único defensor de los intereses de nuestra ciudad es el Alcalde.

Estos principios cuentan con una poderosa herramienta, los medios de comunicación que mantienen la Corporación Municipal de Desarrollo Social, nos referimos a la Radio Municipal y a RTC Televisión, verdaderos mecanismos de propaganda de las ideas del Alcalde.

Pero junto a los Medios de Comunicación, esta la comunicación directa. A lo menos una vez al año, y especialmente en época electoral, todas las organizaciones vecinales son visitadas por el Alcalde, desde su teléfono llama a los funcionarios municipales para solucionar los más diversos problemas que le plantean los pobladores.

Pero existe una red de comunicación más efectiva y eficiente, es la presencia de seguidores del Sorismo en todas las organizaciones comunitarias y al parecer su función es informar permanentemente de las opiniones que se dan en estas organizaciones. Hace algunos días fui invitado a la creación de una organización funcional, el Ministro de fe, al concluir la actividad exclamo: Gracias a Dios y al Alcalde Jorge Soria, Uds. están constituidos legalmente.

Finalmente cuando estos recursos trastabillan , surge el matonaje, la toma de calles, la quema de neumáticos, los hechos violentos, no debemos olvidar que hace algunos años, nuestra ciudad quedo sitiada por decisión de la autoridad municipal.

Este esquema tiene todas las particularidades de un régimen dictatorial, podemos atrevernos afirmar que la dictadura de Pinochet sobrevive en un solo lugar de nuestro país, y ese lugar, lamentablemente, se llama Iquique.

¿Por qué el Sorismo es transversal? O si se prefiere ¿Por qué esta presente en todos los partidos sin excepción?

La respuesta no es fácil y podemos especular que en un momento la Concertación se engolosino con los votos que aportaba el Alcalde, pero era necesario traspasar los recursos que este necesitaba para sus proyectos. En esta relación, un Senador de la República la caracterizó como un verdadero chantaje. La Concertación hipotecó su futuro y su proyecto político para la región. Las veces que la Concertación ha ganado ha sido cuando presenta un proyecto político y sale a conquistar decididamente el voto democrático, y Jorge Soria no jugo un papel relevante, fue para el plebiscito del año 1989. Después sólo derrotas.

Es evidente que Soria no puede ser identificado como socialista. Cuando la izquierda se declaró marxista leninista, Soria emigro a la USOPO. Cuando la izquierda, identificada con el socialismo, inicia la convergencia de la vertiente laica, cristiana y marxista del socialismo, Soria no existe en estas reuniones. En la primera elección democrática de nuestro país, después de la dictadura, Soria es candidato del Partido Comunista.

Hoy una parte de la derecha también mira con simpatía esta Medusa y algunos especulan que Lavin como candidato a senador por esta región, más el Sorismo, logran doblar a la Concertación. ¿Será sólo una alianza política o hay algo más?

También podemos especular que algunos conspicuos representantes de la derecha les sienta bien el Sorismo, ya que este se caracteriza por ser monolítico, altamente jerarquizado, autoritario, tal vez les recuerda sus años de gloria con la dictadura.

El Sorismo instaló en los ciudadanos y en muchos dirigentes y militantes de los partidos políticos el Mesianismo confrontacional, en desmedro del desarrollo de las propias capacidades. Esto es un quiebre en la tradición política de la ciudad, la cual desde los suceso de 1907 se caracterizo por la perseverancia, el coraje, el temple, el buscar colectivamente soluciones a los problemas, por la ampliación de los derechos ciudadanos, por las acciones no violentas.

Existen muchas posibilidades que Jorge Soria no vuelva a ser Alcalde de nuestra ciudad, pero ¿El Sorismo seguirá siendo la columna vertebral del orden político en nuestra ciudad?

Si efectivamente Iquique quiere transformarse en una ciudad progresista, moderna y desarrollada tiene que construir un nuevo orden político. Orden cuyos principios son la probidad, la democratización, el dialogo y los acuerdos.

Un cambio de Alcalde no garantiza un nuevo orden político y menos un nuevo imaginario social.