En más de una ocasión hemos sostenido que la Democracia es mucho más que el derecho a voto. La democracia se construye a partir de un sin número de iniciativas que hacen posible el ejercicio de nuestras libertades públicas, una de ellas es la Libertad de Expresión, siendo la libertad de prensa una de sus manifestaciones.
La prensa, a través de sus variadas expresiones, como son los medios de comunicación, constituyen una piedra angular para estar informados y así cada uno formarse su propia opinión frente a un hecho social. No cabe duda que todos los medios pueden abordar un hecho desde diversos puntos de vista o diversos énfasis y es normal que esto suceda, porque nos constituimos como seres humanos desde la diversidad y no desde la unilateralidad. En nuestra vida cotidiana no podemos ver una situación desde una sola perspectiva o desde un solo punto de vista; por ejemplo frente a un hecho familiar que afecta la decisión de una hija, tenemos tres miradas, la del padre, la mirada de la madre y la mirada de la propia involucrada. Tres puntos de vista para una misma situación.
En una sociedad decidida a profundizar su democracia la existencia de pluralidad de medios de comunicación nos garantizan este derecho y nos ayudan a mirar la realidad desde diversas perspectivas, esta es también la riqueza del dialogo. En la confrontación de ideas lo más probable es que cada uno llegue con ideas pre concebidas, pero al terminar la conversación, es muy probable que cada uno de los partícipes del dialogo hayan modificado sus planteamientos iniciales, por esa razón el dialogo es para personas que están dispuestas a flexibilizar sus ideas.
Pero las noticias o los hechos sociales comunicados por los más diversos medios de comunicación, juegan un papel importante en la apropiación de nuestro entorno inmediato y mediato. Los medios de Comunicación nos ayudan a formarnos nuestra opinión respecto a lo que sucede frente a una catástrofe natural o frente a un hecho bélico que ocurre a miles de kilómetros de distancia de nuestro hogar. También son fundamentales para apropiarnos de los hechos que suceden en las puertas de nuestra vivienda o de nuestra ciudad, pero la forma como lo abordan o el énfasis que destacan son un factor importante en la construcción de las identidades regionales, en pocas palabras los medios de comunicación son actores en la construcción de identidades.
Las personas de los más diversas localidades quieren ver reflejado sus problemas y soluciones en los medios de comunicación, aunque su voz no aparezca en una radio o su imagen en un canal , porque habrá alguien que exprese lo que piensan o sienten, este es el inicio de la construcción de las identidades colectivas, entendiendo por ello al proceso de construcción de sentido a partir de un atributo cultural, o de un conjunto coherente de atributos culturales, que tiene prioridad sobre todas las demás fuentes. Las identidades, llámense organizaciones, instituciones u otros similares, organizan el sentido, lo que un actor identifica simbólicamente como el objetivo de su acción. El sentido hace mención al propósito de la existencia colectiva y se expresa en las más diversas acciones que se derivan de ese propósito fundamental; por eso sostenemos que las organizaciones, instituciones, empresas etc. hablan desde sus acciones, no desde sus declaraciones.
Todos los regímenes autoritarios se caracterizan porque una de sus primeras medidas es coartar la libertad de expresión y para ello acallan a los diversos medios y solo se puede ver o escuchar lo que ellos permiten que existan.
Un sistema democrático sostenido en una economía de mercado, caracterizado por la competencia, la innovación y el emprendimiento, son los que, finalmente, determina la existencia de un medio de comunicación.
En el contexto descrito, cuesta entender la decisión de VTR de terminar con la señal de IquiqueTV, Sus ejecutivos podrán argumentar una licitación, podrán sostener que se busca una programación local con identidad, pero todas sus palabras contrastan con sus acciones, un canal de Santiago reemplaza hoy la señal de IquiqueTV y aún VTR no puede exhibir una programación local y tampoco transmitir su contribución a la construcción de una identidad regional.
IquiqueTV, logró en sus años de existencia abrir un espacio al pluralismo de las ideas, contribuir, en las horas más difíciles de esta ciudad, a la identidad local y se constituyo en un pilar de la libertad de expresión.
¿Qué daño económico le provocaba IquiqueTV a VTR? ¿Por qué VTR insiste en su política de homogenizar las identidades locales?
martes, octubre 10, 2006
lunes, octubre 02, 2006
TARAPACA REGION
La decisión de crear nuevas regiones, obedece, sin duda, a una revisión del actual proceso de regionalización impulsado por los gobiernos de la Concertación. No cabe duda que la creación de las regiones de Los Ríos, actual Provincia de Valdivia, y la Región de Arica-Parinacota, implican una evaluación de dicho proceso que puede ser extendido a todas las regiones del país.
Es indudable que el proceso actual de descentralización y regionalización no ha logrado un desarrollo equitativo de los territorios que conforman la actual Región de Tarapaca, la muestra más palpable es la situación económica /productiva de la ciudad de Arica y de las comunas rurales.
Los procesos de Regionalización y Descentralización son dos procesos distintos , pero que tienen una convivencia muy intima. El primero hace referencia a la región como un construido social y como el nivel subnacional en el cual tienen lugar las políticas territoriales de desarrollo orientadas a la competitividad. El segundo se refiere a la transferencia de poder político a las instancias locales y /o regionales con el fin de que los agentes locales o regionales, sean quienes formulen las estrategias de desarrollo, esta última busca desplegar las capacidades competitivas de los territorios, fomentar la innovación, la capacidad emprendedora, la calidad del capital humano y la flexibilidad del sistema productivo, entendiendo que se vive en un entorno caracterizado por la incertidumbre y las turbulencias, lo cual, a su vez, compromete la transformación de los actuales sistemas productivos.
Las afirmaciones anterior nos lleva a preguntarnos si la Gestión Pública ha sido exitosa. Antes de responder afirmativamente o negativamente, es menester preguntarnos que se entiende por Gestión Pública. El Banco Interamericano de Desarrollo, la define como el conjunto de instituciones, marcos conceptuales y técnicas de gestión que persiguen mejorar los procesos de elaboración e implementación de políticas publicas.
La Agencia de Cooperación Alemana, conocida como GTZ, señala que las instituciones regionales deben abocarse principalmente a las siguientes tareas: generar externalidades positivas, mejorar la estructura económica de la región, disminuir los costos de producción, mejorar los salarios y el empleo, crear economías de escala, movilizar los recursos endógenos, facilitar la participación política, impulsar las inversiones en la región, asumir funciones de intermediación, promover sectores estratégicos, amortizar el impacto social y ecológico del cambio estructural, por mencionar las más relevantes.
Definido el marco conceptual, debemos también preguntarnos si la Gestión Pública y la Institucionalidad Pública ha estado al nivel de los desafíos que originalmente se planteo con los procesos de descentralización y regionalización..
Uno de los agentes principales de la Institucionalidad Pública son los Gobiernos Regionales y a esta instancia hay que preguntarle ¿Los instrumentos de gestión que hoy posee, le permiten asumir las transformaciones que la región necesita?. ¿Le esta permitido establecer alianzas estratégicas publicas y privadas para producir las transformaciones de los sistemas productivos más alicaídos de Tarapacá? ¿Cuáles son los grados de autonomía de los Gobiernos Regionales respecto a la definición de sectores estratégicos de desarrollo? ¿Se les permite a las instancias regionales salir a buscar capitales para que inviertan en la región?
Podemos hacer muchas más preguntas, explicitando que estas tienen por finalidad una evaluación de los actuales procesos de descentralización y regionalización. Si las respuestas son desfavorables, el tema de fondo es que los procesos de Descentralización y Regionalización están estancados y por deducción lógica, a dada las dinámicas propias del desarrollo, estamos en presencia de procesos de concentración y centralización. Y este es un problema nacional que escapa a la creación de las nuevas regiones.
Sería un error garrafal que las futuras regiones de Arica-Parinacota y Tarapaca, centran su gestión en la mera administración del FNDR. Esto sería el camino más seguro al subdesarrollo.
La decisión de crear nuevas regiones, obedece, sin duda, a una revisión del actual proceso de regionalización impulsado por los gobiernos de la Concertación. No cabe duda que la creación de las regiones de Los Ríos, actual Provincia de Valdivia, y la Región de Arica-Parinacota, implican una evaluación de dicho proceso que puede ser extendido a todas las regiones del país.
Es indudable que el proceso actual de descentralización y regionalización no ha logrado un desarrollo equitativo de los territorios que conforman la actual Región de Tarapaca, la muestra más palpable es la situación económica /productiva de la ciudad de Arica y de las comunas rurales.
Los procesos de Regionalización y Descentralización son dos procesos distintos , pero que tienen una convivencia muy intima. El primero hace referencia a la región como un construido social y como el nivel subnacional en el cual tienen lugar las políticas territoriales de desarrollo orientadas a la competitividad. El segundo se refiere a la transferencia de poder político a las instancias locales y /o regionales con el fin de que los agentes locales o regionales, sean quienes formulen las estrategias de desarrollo, esta última busca desplegar las capacidades competitivas de los territorios, fomentar la innovación, la capacidad emprendedora, la calidad del capital humano y la flexibilidad del sistema productivo, entendiendo que se vive en un entorno caracterizado por la incertidumbre y las turbulencias, lo cual, a su vez, compromete la transformación de los actuales sistemas productivos.
Las afirmaciones anterior nos lleva a preguntarnos si la Gestión Pública ha sido exitosa. Antes de responder afirmativamente o negativamente, es menester preguntarnos que se entiende por Gestión Pública. El Banco Interamericano de Desarrollo, la define como el conjunto de instituciones, marcos conceptuales y técnicas de gestión que persiguen mejorar los procesos de elaboración e implementación de políticas publicas.
La Agencia de Cooperación Alemana, conocida como GTZ, señala que las instituciones regionales deben abocarse principalmente a las siguientes tareas: generar externalidades positivas, mejorar la estructura económica de la región, disminuir los costos de producción, mejorar los salarios y el empleo, crear economías de escala, movilizar los recursos endógenos, facilitar la participación política, impulsar las inversiones en la región, asumir funciones de intermediación, promover sectores estratégicos, amortizar el impacto social y ecológico del cambio estructural, por mencionar las más relevantes.
Definido el marco conceptual, debemos también preguntarnos si la Gestión Pública y la Institucionalidad Pública ha estado al nivel de los desafíos que originalmente se planteo con los procesos de descentralización y regionalización..
Uno de los agentes principales de la Institucionalidad Pública son los Gobiernos Regionales y a esta instancia hay que preguntarle ¿Los instrumentos de gestión que hoy posee, le permiten asumir las transformaciones que la región necesita?. ¿Le esta permitido establecer alianzas estratégicas publicas y privadas para producir las transformaciones de los sistemas productivos más alicaídos de Tarapacá? ¿Cuáles son los grados de autonomía de los Gobiernos Regionales respecto a la definición de sectores estratégicos de desarrollo? ¿Se les permite a las instancias regionales salir a buscar capitales para que inviertan en la región?
Podemos hacer muchas más preguntas, explicitando que estas tienen por finalidad una evaluación de los actuales procesos de descentralización y regionalización. Si las respuestas son desfavorables, el tema de fondo es que los procesos de Descentralización y Regionalización están estancados y por deducción lógica, a dada las dinámicas propias del desarrollo, estamos en presencia de procesos de concentración y centralización. Y este es un problema nacional que escapa a la creación de las nuevas regiones.
Sería un error garrafal que las futuras regiones de Arica-Parinacota y Tarapaca, centran su gestión en la mera administración del FNDR. Esto sería el camino más seguro al subdesarrollo.
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